Se estima que 1 de cada 1000 recién nacidos posee algún tipo de deficiencia auditiva, resultando en alteraciones del lenguaje, del habla, del desarrollo cognitivo y psicosocial, limitando drásticamente la calidad de vida del afectado.
Esta alteración es causada por factores ambientales como genéticos y en ocasiones puede ser causado por origen hereditario.
En más de la mitad de los casos la causa de la sordera es genética y se conoce actualmente numerosos genes que pueden relacionarse con el daño auditivo.
Gracias a los programas de exploración o tamiz auditivo que se han implementado tanto a nivel privado como público, es posible detectar la perdida auditiva de manera temprana, y es el mejor momento para intervenir en cualquiera de sus formas tiene sus mejores resultados.
La tecnología auditiva actual estimula los centros corticales de los afectados desde edad temprana, facilitando la plasticidad neuronal y favoreciendo la interpretación posterior del significado de los sonidos.
Pero la falta de la estipulación temprana puede afectar de forma permanente la habilidad del niño para oír y para entender.
[Rev.Med.Clin.Condes – 2009;20(4)] 408-417
Esperamos que esta información les sea útil y ante cualquier sospecha de problemas auditivos no esperen y acudan con el audiologo
Psicopedagogía y Lenguaje 